Moxibustió
Moxibustión, calor que cura
La Moxibustión para equilibrar los puntos energéticos del cuerpo es una terapia milenaria originada en China, basada en aplicar calor con la Artemisa Vulgaris (moxa) sobre puntos específicos del cuerpo. Textos históricos, como el Canon de Medicina Interna del Emperador Amarillo y los libros de seda de Mawangdui, mencionan su uso para tratar enfermedades por frío y estimular los meridianos. En el siglo XX se estandarizó la moxibustión indirecta, evitando el contacto directo con la piel mediante jengibre, sal o simplemente acercando un puro de moxa.
En Japón, la técnica llegó en el siglo VI y se adaptó a la cultura local, desarrollando estilos propios durante el período Edo. Su facilidad de uso la hizo popular en casa, mientras que la acupuntura permanecía más especializada. La moxa adquirió también un carácter sagrado en templos y festivales budistas, utilizándose para la purificación y protección, demostrando cómo la moxibustión puede equilibrar los puntos energéticos del cuerpo.
Aunque tanto chinos como japoneses la practican, cada cultura ha desarrollado métodos y estilos totalmente distintos, manteniendo viva esta tradición de calor terapéutico sobre los puntos energéticos para promover salud, equilibrio y bienestar.
Tipos de Moxibustión
Moxibustió Directa
En este tipo de moxibustión, la moxa se coloca directamente sobre la piel, sobre puntos de acupuntura o la zona deseada. Esta técnica se utiliza especialmente en casos de frío interno, debilidad crónica o deficiencia energética.
Moxibustió Indirecta
Esta técnica permite aplicar la moxa sin contacto directo con la piel, acercándola encendida a puntos específicos del cuerpo para generar calor terapéutico de forma segura. En ocasiones, se coloca sobre rodajas de jengibre, ajo o sal para potenciar sus efectos mediante las propiedades de estos elementos.
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